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Premio de la Bienal de Poesía
«Le Courrier de l'Orénoque»
Francia



EL REINO DE LOS SOÑADORES


Aquel que llega a nuestra tierra
es porque busca el sueño verdadero,
el camino que conduce a la otra orilla del mundo.

Cuando la noche comienza a desperdigar las estrellas
y queda adornada con el reflejo de sus pelusas radiantes
nosotros nos preparamos para recibir al sueño
entre cantos y risas lo esperamos
como a un amante que regresa de un lejano viaje.

Descansa viajero
que el sueño te exorcice con su aliento de lluvia
y en su cobija te envuelva y acune.

Que puedas atrapar tus ensoñaciones con la puntería del cazador
quien duerme con los ojos abiertos y el corazón al acecho
para que tus sueños sean felices y numerosos como peces del río
Y que las pesadillas te adviertan de obscuros augurios
para que cambies el rumbo:
de funestas predicciones por presagios luminosos.

Por los caminos que nos descuelga la noche
celebra con nosotros el prodigio.
Ungidos de sueños.




FIESTA DEL CONOCIMIENTO


De muy lejos vengo,
como animal de presa,
venteando el rastro del gran chamán.

De puro seguirlo,
de andar buscando,
mis pies se abrieron como raíces sedientas,
mis pies se fueron solos inventando nuevos caminos.

Por muchas lunas anduve
con el empecinamiento de la hormiga,
marchando desde que el sol salta sobre la tierra
y el crujido de su luz se trepa a nuestro corazón.

A veces perdía la pista del gran hechicero.

Cuando sentía que estaba a punto de alcanzarlo,
se me escapaba,
trampeando.
Por las trochas,
que son los laberintos del monte.

Quedaba triste,
como dos piedras ciegas, mis ojos,
y con el alma desbocada y amarga.

Entonces volvía por los caseríos
para ver si encontraba su señal entre los hombres
y siempre la gente mostraba:
más lejos,
más lejos,
después de muchas vueltas del río.

Mucho caminé
hasta ir perdiendo mis recuerdos,
hasta que ya no podía orientarme por ningún monte
o estrella conocida.

Hasta que el chamán me permitió llegar a su lado,
sin saber que desde un principio había sido elegido.

Entonces mi cansancio se escapó como un pájaro de su trampa.

Mi antiguo corazón dejé a un lado,
salí de su casa en ruinas.

Mi nuevo corazón marcaba el rítmo de la ceremonia ritual
ataviado para la fiesta del conocimiento.




LAS DOS ORILLAS


Largo ayuno soplaste sobre mí
con tu respiración de tormenta.

Rallaste corteza del árbol de canela
y la añadiste a la poción mágica.

Fue bebida amarga que limpió corazón y entrañas.
Bebida hirviente,
sacudió en mí,
implacable como temblador.

Estremecido,
mi cuerpo quedó templado como un arco.

Entonces el canto de la selva se encabritó en mi.
Todo estalló dentro de mi cabeza,
los llamados de los animales,
la inquietud de las aguas,
el viento arañando las hojas
con su rumor de encantamiento.

Y luego me arropó un silencio
espeso y dulce
como miel salvaje.

Cuando me viste dispuesto
vertiste en una totuma:
agua del tormento
agua de los mil amores
agua del dulce lamento
agua del sueño de la creación eterna
agua de las nuevas constelaciones
agua de la vieja herida
agua del sueño aromado
agua de humo
agua de la esperanza que reverdece

y refrescaste mi sombra
con el resplandor de un manso río de estrellas.

Cantabas
un ensalme que me envolvía suavecito:
entraba y salía,
se me tejía en el oído
y no me quedó recuerdo de ese que yo era.

Con jugo de tabaco separé alma de cuerpo.

Me veía por muchos caminos.

Me volteaste por dentro y por fuera
para mostrarme el otro mundo
para lanzarme por el sendero afilado del sueño.

Quebrados mis sentidos
me confundí entre los elementos.

Yo era en muchos pedazos regado
mis pies
mi cabeza
mis manos
y así, cada miembro feliz y libre y solitario.

Y fui un revuelo de nubes
imitando las piruetas del gavilán,
y anduve espantando a la tempestad
con el trote juguetón del venado,
y nadé con la fuerza del caimán
alimentado, más que por la carne,
por el miedo reverencial de los hombres,
y al final fui destrozándome los caminos
con la furia del tigre.

Tú llamaste
para que volviera,
para que juntara de nuevo mis pedazos

Yo no quería volver.

Era tan sabroso
buscar a mi espíritu protector del otro lado del mundo
que tenía lástima de volver a llenar mi antiguo pellejo.

Pero sin quererlo regresé,
fue extraño volver a mi cuerpo,
prisionero en una casa ajena, me sentía.

Mis pies no me sostuvieron
parecía que de puro barro eran,
como los primeros hombres creados por Wanadi.

Como
culebra
me
arrastraba
perezoso.

Sentí un incendió en mi cabeza.
En la cueva de mi boca
la lengua sabía a carbón.
Mis piernas se quebraron
con chasquido de rama seca.
Mis manos desandaron el sendero
los dedos eran hormigas enloquecidas
que habían perdido su rumbo.

Caí dormido
con un sueño apretado y profundo.

Y al despertar
el espíritu de la niebla remendó mi cuerpo
y me levanté:
huesos y alma recompuestos.

Vencedor de mi primer viaje
en el mundo de las sombras.




CANCION PARA ENCENDER UN CORAZON


Bebo ceniza de cigarra
para que mi voz truene en el amanecer
ahuyentando tinieblas.

Mi canto de fuego
enciende el día
hasta volverlo trasparente.

De noche,
su chispa alborota,
y se hace candela,
se multiplica
como una desbandada de luciérnagas.

Dos grillos duermen en mis oídos,
desde allí me enseñan
el ensalme mágico.

Larga es la descendencia de mi ritmo.

Las ranas me responden
desde el vientre de la noche
llamando al aguacero.

Junto al pájaro
que despliega el secreto de su melodía,
aprendo a domar la voz
para que no sea altanera
y no quiera volarse sobre el mundo.

Aprendo a ser eco.

Quiebro mi voz
en miles de espejos,
la transformo en arroyo
donde los animales vienen a beber
y a mirarse curiosos.

Llego a repetir
el dejo dulcito del turpial
el canto ceremonial del piapoco
la queja del gavilán
la estridencia del mono
el ronco llamado de las fieras
o el crujido intermitente de los sapos.

Mi canto se hace ligero
como la espuma que corona los saltos.

Oyelo como se lanza entre los árboles
y juguetea
con un ronroneo de jaguar.

Escucha mi canto que se abre
y se echa al monte.

Ya resuena,
ya enciende tu corazón.

Que alivie tus penas,
que no quede más que el viejo viento,
amansador de heridas,
entre mis palabras
y tus antiguas tristezas.





HECHIZO DE LA MARACA


Con frase mágica
refuerzo el poder de mi maraca.
Por un hueco le soplo humo de tabaco.

Las piedras que susurran en su vientre
tienen nombre
cada una,
con nombre de un antiguo pariente,
con nombre de mi tribu,
para que sus espíritus
me protejan con grandes poderes

Así,
esperar con ojos alumbrados
entre tanto misterio.

Encandilado
por la sentencia de los antepasados.

La palabra es marca de fuego


La palabra
esconde tu fuerza.

Grande es su poder
para conversar con nuestro doble
o guiarnos por los senderos del sueño.

La palabra es la sazón,
es brasa que enciende el centro de la vida,
es latido que alimenta.

No desperdicies la palabra,
atesórala.

La palabra es marca de fuego
que por siempre nos distingue.




DANZA DEL APRENDIZ


Ya resuenan alegres
los cascabeles,
los sonajeros de mi collar.

La melodía
se va filtrando como semilla:
una nota tras otra
se siembra en el corazón.

Los músicos tocan los caracoles,
junto al carraspear de la maraca,
junto al gruñido del tambor.

Con saltos
y piruetas alzo el paso
ligero de alma
aprendiendo el baile ritual.




EL LENGUAJE DEL MONTE


Hay que estar atentos
cuando el monte nos habla:
cada planta esconde un secreto
para curar
para brujear.

Hay que saber escuchar
para descifrar sus misterios.

Aprender a diferenciar
dentro de cada árbol,
dentro de cada planta,
su esencia,
su sombra.

Reconocer a nuestro hermano:
el espíritu que nos ayudará
en mágicas labores.




ENSALME DE LA LLUVIA


El invierno fue largo,
la lluvia no terminaba de arrancarse,
se extendía como malahierba,
Acostada sobre nuestras cabezas
envuelta por el largo bostezo del invierno.

Los animales se escondieron
con la complicidad de la tormenta.

Llamamos para que salga el sol
y se beba el agua de la tierra.

Nuestras armas están dispuestas,
nuestros perros inquietos,
y el alma de los cazadores impaciente.

Que salga el arco iris,
con su traje de fiesta
y despliegue sus plumas.

Que las nubes ,
con sus espesos vientres de agua
desanden su camino.

Ahora que la tierra ha quedado
recién bañada y olorosa,
lista para la siembra.

Que el verano se suelte
y ande como un potrillo
galopando alegre por las cuatro esquinas del cielo.




LA COLERA DE LAS HORMIGAS


El chamán sopló en el hormiguero.

Puso humo para encolerizar
a los bachacos: las grandes hormigas negras.

La purificación de los bachacos
refresca a los hombres,
y les otorga fuerza
y suerte
en la cacería o en la pesca.

A las mujeres las vuelve trabajadoras
y les abre el corazón para conversar con los espíritus.

El chamán enfureció a las hormigas de fuego.

Retorcían con ira
sus antenas.
sus tenazas,
su baba era espesa.

Luego las fue mudando a un chinchorro:
quedó negro
como si fuera una gran cobija hirviente
de tanto ir y venir estos animales.

Me acosté en la hamaca.

Durante un tiempo infinito
muchas veces mordieron con rabia mi cuerpo
quemaban sus mordidas.

No pronuncié palabra,
ni siquiera un suspiro,
sin moverme,
quieto.

El dolor me desmayó
pero no susurré ninguna queja.

Entré blandito en el sueño
aprendiendo
a madurar en el dolor.




APRENDIZAJE


Los días pasan mezclando los recuerdos
como trenza interminable
de alegrías y tristezas.

Mi vida
teje y desteje
la memoria.

Aprendiendo a echar a un lado al rencor.

Apartar su saliva negra
para que no manche mi paso,
ni resuene dentro de mi
con su sequedad de maraca.

El aprendizaje es doloroso.

Uno camina por el borde de las cosas,
y a veces el vértigo
nos enceguece,
y nos monta trampas.

Hay que aprender a olvidar,
a ofrecer a nuestro enemigo
Akuaniye, la hierba de la paz.

Así hacemos las paces,
pedimos y otorgamos perdón
siguiendo el ejemplo de los antepasados.

Aprendemos a transformarnos
en dulzura de agua serenada.

En bálsamo
para amansar heridas.




TRAMPA PARA CAZAR RESPLANDORES


El lucero se quedó viéndome
un buen rato.

Yo me quedé enraizado, firme en el suelo,
hasta que sentí
como si me acariciara.

Su hormigueo de siglos pasando por mi espalda,
frotando
y frotando
resplandores.

Hasta transformarme en una chispa de su brillo eterno.




CEREMONIAL


El chamán
adornado con dibujos en el cuerpo,
listo para la celebración.

Bien seca la concha de bejuco,
sobre el fuego fue moliendo
y mezcló con otros polvos mágicos

Con hojas de palma hizo un recipiente
para recoger el jugo del curare.

Susurrando entonó su cántico
llamando a todos los animales:

CACHICAMODANTAVENADO

mientras mojamos la punta
de nuestras flechas en curare
para que los encuentren

TORTUGAPAUJIBAQUIROMONO

para que el fuego
cocine abundante caza.




PURIFICACION DE LAS AVISPAS


Las avispas
guardan en mi carne
sus aguijones.

Yo no me muevo,
mi piel es ofrenda.

Que su furia
entre en mi sangre,
y me proteja su fuerza mágica
en la cacería y en la pesca.




ENCANTAMIENTO DEL PIAPOCO


Soplé
polvo para hechizar
sobre el cuerpo
del piapoco

Soplé
y se quedó prendado
quieto
sin levantar vuelo
sin moverse

esperando de mi cerbatana
su caricia de muerte.




CANCION DEL CAZADOR


Mi flecha
está alerta
hermano venado,
hermanito.
Yo te invoco
para que llegue derecho hasta ti.

He soñado contigo
hermano báquiro,
hermanito,
que mi cerbatana
te apunte certera.

Con nido de comején
prenderé fuego
en la madriguera
para hacer salir
al hermano cachicamo,
hermanito.

Mi perro
ya tiembla.
Está pintado con onoto
y polvo mágico,
inquieto,
ventea el aire.

Hermano báquiro,
hermano venado,
hermano cachicamo,
con sal y picante,
con ceniza,
ya les estoy sientiendo el gusto.




CANCION DE LA HECHICERA


Peiné mi cabello
hasta darle brillo
como piel de nutria.

Sabía que espiabas,
por eso mi encantamiento.

Aquí va mi palabra
envuelta en una sonrisa
que te flecha certera.

Profunda veneración en tus ojos
que relumbraron de contento.




ABRECAMINO


La vigilia
abre camino a otros mundos.

Nuestra sombra
se desata del cuerpo
para hablar con los espíritus,
con los antepasados.

A través de los sueños
todo se sabe,
todo se conoce.

Así venimos,
con los ojos purificados por el sueño,
con la palabra latiendo para la revelación.




EL CAMINO DEL ARCOIRIS


Todo animal tiene un alma.

Cuando muere,
se va
hasta perderse
por el camino del arco iris,
padre de todos los animales.

Las piedras,
unas veces son casas
donde se guarecen los espíritus,
otras veces
son hombres,
o animales,
presos de encantamiento.




HECHIZO PARA DESORIENTAR A UN TIGRE


Por donde quiera que camines,
que te desvíes tigre
que tus ojos se apaguen
como brasas en una corriente
para que no encuentres mi trocha.

Cuando tu olor a macho en celo ronda mi churuata
lanzo este hechizo
Yo soy hermano del caimán y no te temo
pero mejor es no entrar en pelea.

Que se enreden tus patas tigre
y por mil caminos te alejen.




CANCION DE LA LLUVIA


En la noche
la lluvia se extiende
como encantamiento.

Canta y cruje
sobre las hojas de los árboles
hasta hacer ligeros nuestros sueños.




ENCANTAMIENTO DEL NAVEGANTE


Mi palabra va por delante
yo soy quien bien te quiere.

Mi curiara peregrina aflora el río
mientras ensoñado pienso en ti.

Para apaciguar mi tristeza
de noche te veo en sueños.

Para estar contigo regreso.

Sentirás cantar al paují
y querrás verme,
este es mi encantamiento.




ENSALME


En la casa
tronaron las hojas
una
vez
y otra
pasaron por el cuerpo enfermo.

En incendio de fiebre
como miles de pirañas
royendo
y royendo
los huesos.

Fumando
el chamán tocó maraca
sentado en su banco sagrado.

Por muchas veces
bebió caldo de tabaco
hasta que su sombra subió
a pedir ayuda.

Llamó
al hermano mono
al hermano jabalí
a la hermana culebra
para que lo ayuden
con sus consejos.

Preguntó a los espíritus
de todos los animales
para saber el orígen,
la causa del sufrimiento.

Fue preguntando
hasta que el jugo del tabaco
se secó en su cuerpo.

Molió pimienta
y la sopló sobre el enfermo
SSHIHHHHSHIHHHHHSHIHHHH

Gruñó:
su voz no era más suya.

Cada vez más rápido
más fuerte
más feroz
se trajo al jaguar
su aliado.

Gruñó una vez más,
y la enfermedad salió,
huyendo.




CONTRAHECHIZO


Después de ensalmar
tu cuerpo enfermo
devuelvo el maleficio.

Que mi palabra sea lanza
y se extienda mi cólera
Que el equilibrio mágico
se restablezca.

Tu enemigo siente la enfermedad
que con paso rápido
corre a su encuentro.

Ya tiembla
la fiebre se instala a su lado,
como una amante
en su hamaca
ya se mece.

Su piel se abre
como puerta,
como surco abierto su piel está
para recibir el conjuro devuelto.

Que sufra,
que su boca lo entierre
para siempre.




KANAIMA


Kanaima es el demonio grande
el diablo misterioso
El Kanaima
anida en la parte más secreta de la selva
y esconde su saliva en caja de bambú
como poderoso chamán.

Luego se dibuja la piel
y se disfraza
con cuero de jaguar
con cuero de venado
y silba atrás de los árboles.

En la noche
sale y se riega como una gran candela
que del monte viene
para asustar
para enfermar
para matar hombres.

No hay palabra
contra su poder
resignación sólo.




HECHIZO DE LA ENAMORADA


Yo te llamo
por la tierra
por el agua
por la sabana
por la selva
para que vengas a mí.

Yo te conjuro
para que mi voz anude tu corazón.

Soy doncella
nueva flor
miel fresca
que mi fragancia te embriague.

Que sea fiebre constante
que sólo yo pueda apagar
como agua clara.

Que mi nombre
amanezca y anochezca
entre tus labios.

Vienes a mí
riendo
cantando
tejiendo mucha palabra bonita
creyendo que me estás conquistando
sin saber
que ya eres hechizado.




BROTE TIERNO


Quiero ser brote tierno
para estar creciendo siempre.

Que nunca seque en mí
este ardor
esta sed de aprender
que mi alma se purifique
como licor de festejo
como licor ritual
embriagada de contento.

Yo quiero ser
lluvia del paují
lluvia de las lágrimas del lucero
lluvia de la estrella errante
y purificarme en las aguas
para poder subir
la escalera celeste.





MADRE DEL AGUA


Cuando la Madre del Agua
canta su maldición
es mejor estar lejos

Tan grande es su odio
que sólo con mirarlos
los pájaros
caen muertos
en mitad de su vuelo

Ella cambia su nombre muchas veces
y no es posible reconocerla
tal es su fuerza

Preciso es hacer grandes invocaciones
para desviar su furia

A veces algún hechicero
hereda su mirada
envenenada
para desgracia nuestra

Que por siempre estemos libres de su cólera





PIEDRA DE FUEGO


Cuando muera
mi animal protector
me llevará lejos.

Dejaré huella
en el camino de los espíritus
en el camino de los antepasados

Treparé
por los muchos cielos
hasta que mi alma se transforme
en lucero.

Amarrado a la nube más alta.

Brillante
como piedra de fuego.



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